La Real Fábrica de Tabaco

En el siglo XVI surgieron las primeras industrias de manufacturas de tabaco en Sevilla, las primeras de toda Europa. La Real Fábrica de Tabacos de Sevilla  inició su funcionamiento alrededor del año 1758, aún así ya era productora de tabaco en polvo. Fue en 1620 cuando el Estado tomó la decisión de concentrar todos los talleres que se encontraban activos durante esa época en una sola fábrica, pensando que la fábrica debía quedar cerca del río ya que así resultaba más fácil la carga y descarga de los productos y materia prima que llegaba desde América. Lo que monopolizó que la fabricación del tabaco fuera creada es la Real Fábrica de Tabaco de toda España. 

En 1789 se redujo en España los siguientes puntos a considerar: la fabricación del género y su distribución, de este modo se ocupaban 4.589 personas entre ellos se encontraban los administradores, fabricantes y estanqueros asalariados...".

Los datos que se recogieron durante el año 1797 fue la aportación, la cual fue de 101.863.200 reales de vellón al patrimonio nacional. Hay que dejar claro que el tabaco era importado por los americanos, pero esto era por la conquista de los españoles. 

En su inicio, el consumo de tabaco no era bien visto por el resto de países y además se descubrió que este era malo para el consumo, por ello se dictó una ley que lo prohibiría. 

Al ser conscientes las autoridades de la gran comercialización que el tabaco consiguió, se levantaron las prohibiciones y se intentó aprovechar esa situación para conseguir así unos recursos financieros y económicos. Es decir, en un primer lugar, esta actividad de comercio del tabaco quedó prohibida, más tarde se dirigió al logro de objetivos puramente fiscales.

En 1707 se extendió el Monopolio de Tabacos al Reino de Navarra, a Baleares y a Canarias. Unos años más tarde, en 1730, Felipe V decretó que el Estado se hiciera cargo de la explotación del Monopolio, de esta forma se terminaría con el sistema de arriendo. 

La administración del estanco, dirigida por la Real Hacienda dio lugar a diversas opiniones de distintas perspectivas acerca de si  el proceso debía ser llevado a cabo por las empresas privadas. Martin de Garay, tenía en cuenta la fabricación del tabaco, la cual era llevada a cabo por Real Hacienda, se propuso que fuera llevada a cabo por particulares. Esto era debido a que era un producto muy novedoso que requería, "meditación y reunión de noticias que no se tienen".

En el año 1868 se aprobó el libre comercio, se pusieron otras medidas que se proponían respecto a otros productos, entre ellos el tabaco; la fabricación y su importación debía ser libre. Pero los programas políticos han de ajustarse a la realidad social y económica. La utopía también estuvo en la "Gloriosa".

Con la abolición del Real Decreto del año 1865, el estanco se volvió riguroso y se extendió en su defecto el monopolio del tabaco a las provincias vascongadas.

Además, con la renta del tabaco se creía en el incremento de su comercio, A ella se seguirán las que amparan los contratos de los años entre  1896-1971, se autorizó el contrato de administración y explotación del monopolio con "Tabacalera, S.A."

En el año 1887 se estableció un sistema de arrendamiento de monopolio, este se adjudicó a la Compañía Arrendataria de Tabaco. Con la entrada de España en este sistema, en 1986, supuso la desaparición del monopolio.

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